martes, 21 de mayo de 2013

Día 2: Apareció la gente

En primer lugar tengo que corregir dos faltas de la anterior entrada: Venesla se escribe con v (¿como podia saberlo?) y chévere también.
Lo que no ha sido un error ha sido unirme pero no pegarme al grupo de venezolanos, son una gente encantadora, se nota que vienen absolutamente convencidos de lo que querían hacer, cada uno con su objetivo o motivo pero dándolo todo.
Me he levantado con una pequeña pero molesta contractura del gemelo izquierdo ¡y eso que yo estoy en forma! no quiero ni pensar el dolor que pasan los que ya llevan 5-6 días y les quedan aun 4 etapas incluida una de casi 30 km.
El trayecto de hoy ha sido precioso, parte de el discurre por unos caminos que me recuerdan un poco los dibujos que veía en los libros de texto de cómo eran las calzadas romanas. La zona central con piedras grandes y planas o tierra y  los laterales más hundidos y de piedras pequeña por las que circulaba un agua cristalina y cuyo rumor nos acompañaba cuando no hablábamos o íbamos solos...bueno solos lo que se dice solos no hemos estado. Hoy si he notado la presencia de otros peregrinos, en algún momento incluso un poco excesivo pero todos tenemos derecho a disfrutar de esta maravilla. Por cierto muchos más extranjeros que españoles y pocas bicis y, afortunadamente, ningún caballo...pregunta ¿se puede hacer el Camino en caballo? pues ahora dudo y no me apetece buscar el Google.
He caminado 22,5 km con buenas sensaciones cardiovasculares y de pies, sólo he tenido molestias en la zona de la pierna que se ha levantado quejica. El tiempo efectivo ha sido de 6 horas y 15 minutos pero hemos parado algún momento para hacer fotos, para mirar los pies, para hacer aquello que todos hacemos y para comer algo a medio camino, en Morgade concretamente, y ¿sabéis que he comido? ¡un par de huevos con jamón! y me han sentado de p.m.
En el hotel he seguido los consejos de una buena amiga que es una crack de las carreras de montaña. Me dice la colega que para recuperar los músculos va bien sumergir las piernas en agua helada, y lo he hecho y os puedo decir que mejora la pesadez pero ¡duele!
Y luego he seguido mis propios consejos y he preguntado si existía la posibilidad de darme un masaje   relajante y la respuesta a sido afirmativa. Ahora mis piernas están más relajadas y menos pesadas pero doler aun duelen, ya veremos como me despierto mañana. Soy de la opinión que hay que sufrir pero si puedes hacer algo para recuperarte pues adelante.
El camino es durillo y como dice el camarero de hoy "Santiago pide mucho"....y se lo vamos a dar.
La parte más física de la etapa ya está explicada, de la parte más "espiritual" o emocional sigue viento en popa, sigo descubriendo que hay otros mundos fuera del mío, ni mejores ni peores sencillamente otros. Me he reído y relajado bastante, a ver lo que me dura cuando vuelva.
Me voy a dormir que estoy "destroyer".

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