domingo, 19 de mayo de 2013

Día Mundial de la Medicina de Familia

Si alguien de los que me conoció hace años, cuando estudiaba el MIR o estaba en los años de residencia o en los primeros de mi vida laboral como especialista lee estas lineas va a pensar "esta no es mi Bea que me la han cambiado" Y tienen toda la razón. He cambiado mis puntos de vista sobre la profesión médica y sobre el papel de los diversos profesionales.
Yo no quería ser médico de familia, ni de coña me planteaba como una opción de vida laboral estar en una consulta de Atención Primaria...¡yo quería sangre, tecnología, reconocimiento, admiración! no tengo por que negarlo, las cosas hay que reconocerlas como son y asumir lo que pensamos en cada momento. 
Pero el MIR no era lo que es ahora, y lo digo con respeto pero absolutamente convencida de lo que expongo. Ser el número 3500 de una convocatoria de MIR y no poder escoger plaza o ni tal sólo localidad amarga y frustra al más pintado. Ahora hay repesca para no perder plazas, ahora con cinomiles o seismiles se cogen especialidades hospitalarias varias, pero eso es ahora y yo no quiero volver la vista atrás, vivo mi momento y tengo mi experiencia y no renuncio a ella.
En primer año de residencia me plantee seriamente volver a presentarme pero, que mala suerte la mía, fue el primer año en el que tenias que renunciar a la plaza antes de hacer el examen, así que me dije "tres años no son nada, acabo y luego me presento". Pero no me presenté, bueno si lo hice pero sin estudiar lo suficiente. Acabas, te ofrecen una plaza en urgencias y se acaba tu vida.
Yo pensaba que era lo que deseaba, yo pensaba que era feliz, yo pensaba que a otros les importaba...que alejada de la realidad estaba.
Por diversos motivos dejé urgencias de motu propio y aun tengo espinas clavadas en el corazón pero a nadie le ha importado que yo me desangrara por ellas. Me fui un día al finalizar la guardia y...yo pensaba que les importaba. 
Ahora trabajo en primaria, nadie me ha regalado nada. Llegué por necesidad y por necesidad me acogieron. Acepté lo que me tocaba. Asumí los malos horarios. Asentí cuando me pedían hacer algo y me preparé para ser una buena médico de familia. Y descubrí que si quieres estabilidad debes seguir lo establecido. Y me senté otra vez (en realidad 3 veces) a preparar las oposiciones y las aprobé las tres veces buscando estar mejor, y ahora estoy en una trinchera de 5 estrellas pero dándolo todo y ahora si estoy feliz, ahora si soy feliz.
Tengo sangre...hay que suturar, drenar y curar.
Tengo tecnología...esa estación clínica informatizada, esa historia clínica compartida, esa receta electrónica.
Tengo reconocimiento cuando la gente que dice "el especialista me ha dicho lo mismo que Ud" o "antes de nada quería comentarlo con Ud"
Tengo admiración cuando me dan las gracias por cualquier cosa, sea la que sea.
Hace un tiempo pasé un mal trago en la consulta, una situación de vida o muerte que sacamos adelante por que somo la primaria, somos los primeros en estar con el paciente .La esposa del paciente me dibujó unas manos y un corazón en ellas y me regaló la lámina por navidad diciéndome "nuestro corazón está en tus manos"....gallina de piel al recordarlo.
Pues ahora es la medicina de familia la que tiene el mio en su regazo. Gracias, me has dado mucho más de lo que pensaba.
Hoy es el Día Mundial de la Medicina de Familia, a todos los que sois colegas os pido que luchéis cada día para hacer que nuestra especialidad sea más respetada y conocida.

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