sábado, 28 de enero de 2012

¡Quiero ser tertuliana!


Quiero se tertuliana!
Pues si, quiero ser tertuliana, de radio o televisión, pero casi que mejor de radio porque puedes decir lo que te venga en gana y poner la cara que quieras sin ofender a nadie (o eso se creen ellos)
Me gusta la radio y me gusta la tele, no tengo porque negarlo, y también me gusta el fútbol pero eso lo comentaré en otro momento que me va a dar mucho juego. 
Escucho y veo, y no hay día que no toque alguna tertulia político-social donde hablan de cualquier tema y aquí es donde yo decido que quiero ser tertuliana. ¿Ande se estudia pa eso? Hay que ver que capacidad tienen, saben de todo, lo explican con una seguridad que te deja sentada en el sillón o en el asiento del coche pensando "este tio es mi héroe, yo quiero ser como el". Les da igual que el tema del día sea la bajada de los tipos de interés, o que un satélite en desuso  se va a espachurrar contra el suelo...lo saben toooooooodo.
¿Y que me decís de la omnipresencia? Por la mañana tempranito en la radio, a media mañana en otra radio, al mediodía tele y además publico en un diario de tirada nacional (ejemplo de hoy el Sr Victor Amela, que además me gusta, por la mañana en Rac1, a media mañana en Radio Nacional de España, publica la contra de La Vanguardia y sale en Aruscity de 8TV, un crack)
Bueno el problema es que a veces se equivocan por no decir que la ca....pero allá ellos.
Una preguntilla: ¿cuanto deben cobrar por ir, sentarse, soltar parrafadas o memeces que a veces sientan cátedra e irse a su casa o a otra tertulia?
En fin, yo se de lo mio y gracias y para saber de lo demás escucho tertulias y leo periódicos (de diferente perfil porque hay que ser plural y escuchar para poder criticar), y espero que se documenten y preparen como yo lo hago para hacer mi trabajo porque si no es así estoy ocupando espacio cerebral con datos erróneos y eso no me gusta pero como no me canso de decir...no tiene porque gustarte.

2 comentarios:

  1. Para mi, la tertulia está entre el show, el business y el periodismo. Se opina más que se informa. No hay límites ni censuras. Ni siquiera el contraste de la información. Lo importante es llegar a la audiencia y acaba triunfando aquél que sepa vender mejor el duelo.

    Un abrazo,

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