martes, 10 de enero de 2012

Puentes a medio hacer

Ayer no estaba inspirada, hoy la cosa ha cambiado.
Esta mañana leía los primeros twuits del día y ha llegado uno del Dr Salvador Casado, cuyo blog os recomiendo http://doctorcasado.blogspot.com/ con una entrada titulada "Tender puentes entre el mundo de la política y los profesionales sanitarios"...ilusión y utopía he pensado yo, pero lo he leído, y me ha recordado un capitulo reciente de mi experiencia profesional.
Comenta el Dr Casado que falta comunicación entre gestores, políticos (que desgraciadamente casi siempre son lo mismo) y los profesionales sanitarios, con alguna excepción digna de mención. Gestores que escriben y leen blogs y que participan activamente de las redes sociales. Si, estas estructuras virtuales donde los adolescentes imberbes cuelgan fotos y hacen comentarios estúpidos, o donde los deportistas con poca sesera reseñan donde están y que están haciendo, como si eso fuese importante...pero también herramienta de comunicación, de gestación de proyectos y de compartir de profesionales de múltiples áreas. Si no tenéis cuenta y os interesa saber que hacen o piensan otros entrar y os enganchareis.
Dice el compañero que en el mundo de la sanidad siempre estamos buscando soluciones a los problemas de masificación de consultas, burocratización excesiva, listas de espera, coordinación o descoordinación entre niveles y deja bien clarito lo que yo pienso "se nos va la fuerza por la boca". Yo añado: sólo hablamos delante de la máquina del café, en las reuniones o ante los que mandan calladitos  que estamos más guapos.
Os explico mi experiencia. Hace unos 4 años se planteó por parte del Institut Català de la Salut la creación de un órgano de consulta para profesionales de Atención Primaria (los de hospital ya lo tenían ¿porque será que no me extraña...?) que denominaron Junta Clínica. Mis compañeros me animaron a presentarme y salí elegida. Al principio todo bonito, todo facilidades, todo alabanzas a nuestra función...todo una tontería supina que no sirve ni servirá de nada mientras las decisiones dependan de una gerencia hipertrofiada y que no sabe delegar. 
Mi aportación más arriesgada fue la de proponer la creación de un grupo de coordinación o comunicación entre niveles, formado por representantes de hospital y primaria, que nos reuníamos fuera del horario laboral (of course) para compartir experiencias y buscar soluciones. Cosas como saber que no podíamos ver el curso clínico de las consultas externas y que podíamos precisar información clínica para seguir un proceso o añadir un medicamento a la lista de crónicos. O dejar clara la normativa sobre el transporte sanitario no urgente y a quien le corresponde hacer el volante. O la posibilidad de utilizar medios virtuales de comunicación como una dirección de correo o links en la intranet...y más propuestas quedaron en agua de borraja. Nosotros nos reunimos 4-5 veces, yo transmití las propuestas a la Junta Clínica y a la Territorial pero na de na. 
Lo que se consiguió fue dado por la inercia de los tiempos: la implantación de la historia compartida (poco a poco) o la Receta electrónica (más poco a poco) fueron logros independientes de nuestra aportación. La comunicación entre niveles sigue siendo una entelequia agravada en estos tiempos por una desidia fruto de la crisis y los recortes que hace que unos cuantos se escuden en ella para no hacer lo que les corresponde que es trabajar duro día a día, pero ese es otro tema.
Pero lo que más me duele, lo que les reprocho y lo que no puedo entender es que,en mi opinión, lo que nosotros pensábamos y proponíamos no les importaba una mierda. Van a piñón fijo y así nos va a los demás.
Acabó el mandato tres años después y como podéis imaginar ya no estoy en esta parafernalia.
Lo que si que intento es seguir pensando y valorando opciones. Espero que algún día las cosas cambien, los gestores cambien y los profesionales de a pie seamos escuchados de verdad. No me imagino a Ferran Adrià dirigiendo la cocina desde un despacho, él prueba, experimenta, mira y ve (imagino) lo que pasa en su laboratorio culinario. La gestión desde dentro puede ser una opción.
Los puentes están a medio construir, y mi opinión personal es que fallan las vigas maestras, las que aguantan las fuerzas. Los pequeños tornillitos y tuercas estamos preparados para asumir nuestro papel.
Intentaré de desfallecer en el intento.

2 comentarios:

  1. Beatriz, si hubiera muchas profesionales como tú, tendríamos un horizonte diferente.

    Me alegra que compartas tu experiencia. Permíteme que te diga: sirvió para algo.

    La estulticia de algunos se pone de relieve con la excelencia de otros.

    Espero que siempre estés en el segundo banco.

    Un abrazo

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  2. Yo tambien pienso que sirvió de algo, y me duele que fuera tan poco, en duración y en cantidad. Es difícil hacer cosas en un mundo que valora tan poco el trabajo subterráneo y solo se fija en lo rutilante, pero de vez en cuando surgen iniciativas como aquellas reuniones que inician el movimient0 de fondo. Supongo que harás que lo volvamos a intentar. Ya sabes que confío en ti para todo ese movimiento. Un abrazo y feliz año (aun no nos hemos visto)

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