En las últimas horas hemos tenido un tema interesante que ha generado comentarios con los compañeros de twitter. Debo decir que la sensatez ha sido la tónica dominante.
Parece ser que a un par de medios digitales (creo recordar que El País y Libertad Digital) les había llegado un documento del Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya sobre las recomendaciones en materia lingüística, en concreto se hacían eco de la "obligación" de los médicos catalanes a hablar en catalán siempre, fuese quien fuese su interlocutor, y a utilizar recursos no verbales antes de usar el castellano.
Francamente (y utilizo esta palabra con segundas) la cosa no me parece aceptable. Soy de las defensoras a muerte del bilingüismo real. Tampoco me gustan las etiquetas. Ni todos los catalanes somos del Barça ni todos somos radicales intolerantes (y una cosa no va ligada a la otra ¿vale?).
Pero para poder opinar necesito toda la información, o al menos una gran parte de ella, y me veía en la obligación moral de defender a aquellos que no vemos un conflicto en el día a día catalán. Por eso he tocado a mis contactos y les he pedido información desde dentro.
La explicación dada por fuentes muy cercanas al origen de la noticia es que se tratade un documento modificado de otro previo y adaptado al ámbito sanitario. Son recomendaciones del uso del catalán y otras lenguas oficiales en el sector público.
Si miras bien el documento (páginas 10 y 11) pueden existir interpretaciones pero es obligado comentar que, tras recomendar la utilización del catalán desde el principio y para todo, deja la puerta abierta al uso del castellano si el paciente lo entiende.
El punto que genera el conflicto viene agravado por la lectura parcial del documento, y lo que es más grave, por el mal uso del mismo por parte del periodista. No decir toda la verdad, manipularla dejando de mostrar todo su contenido lleva a estas situaciones. No soy sospechosa. No soy nacionalista, soy catalana, mucho más que algunos que se llenan la boca de sandeces por creerse en la obligación de defender algo que es de todos y no sólo de ellos. Pero no puedo dejar de decir que el documento no obliga y que a mi, como profesional médico, no me ha sido enviado. Al César lo que es del César.
Ahora bien, en mi opinión, la normalización tan buscada no llegará nunca si deben existir estos documentos o similares para decirme a mi como debo hablar o comunicarme.No creo acertado que se dedique ni un minuto a "recomendarme" que use el idioma catalán en mis relaciones laborales, en las reuniones de equipo o en las presentaciones de sesiones clínicas o demás. Esto me recuerda historias de épocas pasadas, esas que los dirigentes que encargan protocolos odian con todas sus fuerzas porque negaba su identidad nacional...pues qué quieres que te diga compañero.
Yo hablaré, comentaré o escribiré en el idioma que me salga de las narices y según el momento del día o según mi estado hormonal. No hay un dirigente que me mande a mi expresarme como ellos quieran. No lo digo en broma, si algún día un tontolaba de estos se pone en contacto conmigo para este menester recibirá mi menosprecio y unos sonados vocablos en castellano que harán recordar que su libertad de expresión es tan grande como la mía.
No saquemos de contexto las cosas. Los problemas identitarios eran, en la ultima encuesta publicada, un problema menor para la población catalana. Otra cosa es lo que creen los políticos, que sólo ven ataques en cosas que no merecen ni ser reproducidas. Cortos de miras y estúpidos hay en todos los lados, ningún bando se libra de la tontería. Lo que más me fastidia es que los coherentes y tolerantes no son los que se sientan en los sillones del Parlament o del Congreso y que cobran importantes honorarios del erario público, si así fuese otro gallo nos cantase.
Así es como yo lo veo y no tiene por que gustarte.
Adjunto enlace
http://www20.gencat.cat/docs/Llengcat/Documents/Publicacions/BTPL/arxius/6_ProtocolUsos.pdf
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