viernes, 30 de marzo de 2012

Carta de un contenedor

Mi "querido" piquetero indignado:

Permiteme que te dedique unas lineas. No querría que estas encendieran de nuevo tu ira, y mucho menos que me encendieran a mi. No puedo entender porqué la pagas conmigo. ¿Cual es la razón por la cual crees poder defender tus derechos arremetiendo contra mi, los mios y el resto de la familia Mobiliario Urbano?.
Hoy he despertado de una pesadilla con la pena de haber despedido a 300 de mis amigos. Su único pecado ha sido servirte a ti y al resto de los ciudadanos para la conservación del medio ambiente y la facilitación del tratamiento de los residuos sean del tipo que sean.
Algunos los has utilizado tras tus noches de botellón para, si eres una persona con consciencia cívica, dejar los restos de vidrio o latas cerveceras. Otros hemos aguantado tus vómitos asquerosos y mal olientes en nuestras entrañas o hemos "catado" las esencias de tu agüita amarilla.
¿Y cual ha sido tu agradecimiento? ninguno, simplemente te has creído con el poder y el derecho de quemarnos y vejarnos en aras de unas reivindicaciones que nada tienen que ver con nosotros.
Hoy nuestro jefe, el alcalde de Barcelona, manifestaba su enfado e indignación y contabilizaba las bajas y el gasto que su reposición generará en las maltrechas arcas de la hacienda pública local.
¿Sabes que tu estupidez infantil y tu chulería barriobajera van a costar 500.000 euracos?
¿Te has parado a pensar la de cosas útiles que se pueden hacer con estos dineritos, que te recuerdo no son tuyos?
No pasa por la cabeza de ningún miembro de la alcaldía dejar de reponer los contenedores porque el resto de la ciudadania no tiene que pagar tus actos vandálicos e incívicos, pero que te quede claro que el dinero no sale de debajo de las piedras y que si se usa para una cosa no se usará para otra.
Sois una lacra social, unos chupopteros inútiles y unos aprovechados. No sois representantes de nada ni de nadie. Los ciudadanos con decencia manifiestan sus pareceres utilizando los instrumentos que el sistema democrático pone a su disposición y la huelga es uno de ellos, pero la huelga no justifica lo que tu has hecho y por ello no te respeto.
Espero llegar a viejo y explicarles a mis hijos y nietos la suerte que tienen de ser contenedores enterrados o subterraneos, pero sobre todo espero que desaparezcáis de la faz de nuestras ciudades y dejéis que los demás ciudadanos vivan en paz y tranquilidad.

Atentamente

Un contenedor asqueado y chamuscado

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