martes, 28 de febrero de 2012

Mi querido especialista

Mi querido especialista:

En primer lugar permíteme el tuteo porque ya son muchos años los que hemos convivido, aunque tal vez tu no me recuerdes. Soy la médico de cabecera o de familia de algunos de tus pacientes, soy especialista.
La razón de esta carta no es otra que poner en tu conocimiento mis sensaciones. No pretendo generalizar, se que no todos sois iguales, como tampoco lo somos nosotros, eso debe quedar claro. No quiero herir tus sentimiento pero tú...si has herido los mios. Los hieres cada vez que escribes al final de un informe "control por su médico de cabecera" sin tan siquiera preguntarte quien soy, cómo trabajo o donde trabajo. Sin preocuparte si mi consulta está llena o hago las analíticas en días determinados. Tú ordenas y mandas, total no debo tener nada más que hacer ¿verdad?.
Los hieres cada vez que, ante un problema de listas de esperas, de saturación, de falta de personal buscas mi apoyo pero con condiciones. Te gusta pensar que necesito de tu aprobación para tomar decisiones, o que no se que hacer si no me marcas unas directrices. Decides que la solución pasa por la formación unidireccional, es decir, de ti hacia mi. Formación que crees que no poseo porque...no me conoces y no te has preocupado en conocerme. Son ahora varios los dirigentes de sociedades médicas que se dedican a decir que infratratamos, infradiagnosticamos y que no estamos preparados. ¿Preparada? preparada para decirte cuatro cosas estoy pero lo voy a hacer con delicadeza.
Yo se donde buscar tus cursos clínicos pero ¿sabes tu mirar los mios? No voy a explicar batallitas pero te podría enseñar respuestas a mis derivaciones o consultas dignas de ser archivadas en el baúl de las estupideces. Desde notitas a mano sobre mi volante, de cualquier forma y con desidia, hasta notas en el curso clínico donde dudabas de que fuera médico de familia (si, es así) o comentarios del tipo "no se porqué vienen" cuando se explica de forma clara (otra cosa es que no lo quieras leer)  o "no ha tomado nada" cuando la causa de la derivación es el mal control del dolor habiéndose probado tooooodo la habido y por haber.
No necesito más formación en un sólo sentido. ¿Qué te parece un curso de aproximación a la medicina de familia para especialistas hospitalarios? ¿Qué tal una rotación obligatoria de los residentes de todas las especialidades por los centros de atención primaria? si, chicos ese antro de placer, de tranquilidad cual oasis del desierto. ¿Qué tal una guia de fármacos unificada? o mejor aun, ¿qué tal si haces tu las recetas que crees indicadas y para el tiempo necesario en lugar de pensar que yo soy tu secretaria a tiempo completo? Así podré seguir tranquila mientras me tomo el café.
No pretendo perderte el respeto, ni hacerte pensar que no valoro tu trabajo, tu formación y tu capacidad, sólo te pido que pienses cómo me siento yo cada vez que oigo que "los médicos de familia no están preparados". Cuando quieras saber algo pregúntamelo, trabajemos de forma bidireccional, en equipo. Somos iguales, pero cada uno sabe de lo suyo. A mi me gusta mi trabajo, no envidio el tuyo, no quiero hacerlo...no me lo quieras imponer.
Preparados ya te digo yo que si, pero también hartos.

Atentamente
Beatriz
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria


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