domingo, 16 de junio de 2013

Tiempo de piscina

¿Sabeis cual es la diferencia entre hablar y chillar? Pues ahora os la explico.
Alguno pensará que voy a comentar algo sobre las tertulias políticas o sociales donde el que más eleva el tono de voz es el que más cosas dice pero la cosa no va por aquí.
Ha empezado la temporada de piscina y jardín y toca aguantar a los niños de otros.
Hablar es aquel tono de voz que permite que sigas una conversación, que puedas leer un libro o escuchar música sin percatarte de la presencia de otros a tu alrededor, sencillamente están y punto.
Chillar es ese tonito agudo, intenso, de inicio brusco y mantenido unos segundos que  suele emanar de gargantas infantiles o preadolescentes sin el control parenteral que seria deseable. Es ese sonido que te despierta cuando intentas relajarte en tu tumbona o que impide que leas más de dos lineas seguidas aunque sea de la revista más banal que puedas encontrar.
Me pregunto si es necesario chillar para jugar. 
Me pregunto si es necesario gritar "bomba" cuando te tiras a la piscina...después del bombardeo de 15 bombas seguidas estas pidiendo que Herodes resucite.
Me pregunto si es necesario llamar 25 veces a ¡Marco....Polo! sin ningún tipo de objetivo en el juego, sencillamente se grita de un extremo a otro de la piscina.
¡Me pregunto dónde coño están los padres! ¿No se dan cuenta de que sus niños molestan a otros que tienen los mismo derechos de disfrute y relax?
No me molesta que jueguen, que hablen, que se tiren a la piscina, pero si me molesta la indiferencia de los responsables que se escudan en el "son niños"...pues si pero son los tuyos y yo no tengo por que estar histérica en lugar de relajada.
Controlar el ruido que se genera en algunas, o todas, las comunidades de vecinos debería ser una obligación y una regla de convivencia. Que sepáis que yo pago lo mismo que vosotros y hay muchos, muchos, muchos días en que tengo que cerrar las ventanas para poder oír la televisión. Hace muchos años que aguanto esta situación y hoy me apetece hacer blogterapia y vomitarlo en la red.
Tengo preparada una nota para la administradora, de este año no pasa que se escuche mi queja más allá del comentario a alguno de los vecinos con los que tengo más relación. Es una nota comedida y respetuosa  pero al fin y al cabo creo que podemos hablar.
No es una queja de señorita Rotermeyer, sencillamente es una reflexión que espero llegue también a muchos padres o abuelos y se acuerden cuando sus retoños exploten de júbilo en la piscina de todos. 
Tengo ganas de sentarme en la butaca de mi terraza y leer, tomar el fresco y relajarme pero parece que sólo lo puedo hacer cuando las fieras descansan.
Madres y padres del mundo de las comunidades de vecinos, pensar en los otros cuando vuestros niños chillen como histéricos, muchos otros os lo agradeceramemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario