viernes, 4 de septiembre de 2015

Bic naranja, Bic cristal

Que estaba yo pensando que la ética es algo muy importante pero también muy complicado. Que en muchos momentos de nuestro día a día, tanto laboral como personal, incumplimos el código de conducta que regula o debería regular nuestras actuaciones o al menos a mi me lo parece. 
Sin tener una formación específica en ética y deontología médica en los últimos dos años, y gracias a esta maravillosa red social llamada Twitter, he recibido pequeñas píldoras de saber hacer e incluso he colaborado en intentar que otros aprendan cómo actuar Manual de Estilo pero la realidad supera la teoría y por ello seguimos errano (que no herrando que eso si seria un error)
Hace unos días se generó un pequeño debate sobre la imagen que damos ante los pacientes o el trato que les dispensamos cuando hacemos las visitas. En uno de los tuits de la "instigadora" y gran experta @mlalanda se nos preguntaba sobre lo qué trasmitíamos en una imagen que mostraba un médico sin identificación (sin el nombre y eso) y con bolígrafos de propaganda en el bolsillo de la bata. Esto generó comentarios varios y prometí una entrada sobre el tema para rebajar la "tensión" je,je.
No soy nada fundamentalista en las cuestiones de relación con farmaindustria. No me importa reconocer que me han pagado congresos, he ido a cursos y cenas varias e intento, aunque cada vez me cuesta más, hablar con los representantes de los laboratorios. Mucha de mi formación práctica y teórica se la debo a esos laboratorios y libros y guias de consulta diaria han sido ofertados por ellos.
Pero también tengo claro que NUNCA he indicado un fármaco por quedar bien o devolver un favor y me gustaría pensar que esta es la actuación de la mayoría de los médicos pero, como siempre, pagamos justos por pecadores y somos lo peor si comemos un canapé financiado tras una sesión de formación...pues lo siento, yo me los como y los disfruto y me gustaría que mi empresa me pagase la comida y cena de las guardias y no lo hace. El profesional que actúa dirigido tiene un doble problema: no es un buen médico y no es una buena persona y lo sabe, no podemos indicar fármacos a quien no los necesita, que es igual de peligroso que no darlos a quin si los precisa (y aquí hago una pequeña reflexión sobre el gasto farmacéutico y lo que su intento de control está generando ¡ojito señores gestores, no todo gasto es malo!)
La actuación ética no es dejar de comer ese bocado o no aceptar una sesión formativa, para mi la corrección está en saber diferenciar y actuar de acuerdo con tus criterios médicos cuando tienes que tomar una decisión. 
Hablábamos de si es aceptable usar un bolígrafo con propaganda de algún producto en la consulta...¿y porqué no?. Yo no me fijo en lo que pone impreso, sencillamente lo uso como herramienta de trabajo (que la empresa tampoco me suministra) y dudo  que mis pacientes se fijen en ello. Creo que está aceptado socialmente que las consultas médicas están plagadas de cartelitos financiados sobre diversas patologías o dando consejos que son útiles al paciente, o que llevemos bolis en el bolsillo o usemos papelitos con una pequeña leyenda (reconozco que los únicos que no he usado y que aun están en el cajón son unos con propaganda de un fármaco para la disfunción eréctil...la gente no está preparada para este tipo de mensajes).
No veo el problema ético en el uso de bolígrafos con propaganda, lo que no es aceptable es que te dejes manipular a cambio de ese bolígrafo.Me encantan los dilema éticos que @mlalanda nos lanza de vez en cuando...en mi opinión creo que lo hace como forma de potenciar nuestra formación continuada generando un debate espontáneo entre profesionales con ganas de mejorar así que...gracias.

2 comentarios:

  1. Hola Bea!

    Ya lo dicen que más vale tarde que nunca, verdad? pues... con los niños por casa... imposible poder ponerme un rato en el ordenador para hacer un comentario como Dios Manda. El smartphone/Ipad para leer y para pequeños comentarios es perfecto, pero para escribir un rato... es muy cansino.

    Voy al turrón, como dice La Factoria Cuidando:

    Leerte a ti y a Mónica (@mlalanda) me encanta por dos sencillas razones: porque sois nobles y decís lo que pensais desde el conocimiento y porque publicais en vuestro blog reflexiones que me encanta como lo haceis, desde el respeto y la opinión.

    Después del peloteo... jajaja os doy mi opinión, como paciente que va a la consulta y como ex-delegada de farma.

    Cómo paciente... cuando voy a médico, me fijo si lleva "esos" bolígrafos o demás (también influenciada por mi faceta profesional en la visita médica) y siempre me pregunta lo mismo: ¿primara el recetar lo que pone el dichoso boli o lo que realmente necesito para mi patología? ¿sería imposible llevar tanto bolis como patologías o tratamientos hay verdad?... pues sólo me queda pensar en la PROFESIONALIDAD del PROFESIONAL SANITARIO que me atiende y pensar en que me recetará, y si es necesario, LO ADECUADO para mi DOLENCIA.

    Otra cosa es que, cuando ejercía como comercial en farma y estábamos de lanzamiento de un producto nuevo, o habitual era (y es) usa un nombre comercial nuevo. Estos nombres comerciales suelen ser difíciles de recordar (además de recordar el principio activo, está recordar la marca comercial de cada farma). El hecho de regalar bolis atiende a una táctica por parte de la farma de ayudar al profesional a que se acuerde de la marca y principio activo sin necesidad de tener papeles por la consulta.

    También quisiera añadir otra reflexión que habitualmente hacía a "mis" médicos (cariñosamente era como le llamaba a mis clientes). Dentro de una misma patología, hay grupos terapéuticos diferentes, dentro del grupo terapéutico hay diferentes principios activos que actuan de una forma diferente, y si es similar hay efectos 2os diferentes, o dosis, o formulación más cómoda, ... Ningún médico receta 1 único fármaco para toda una patología, por ejemplo: enalapril 5 para la hipertensión! Cada paciente es único y requiere el fármaco adecuado para su patología (+ estilo de vida, + calidad de vida, + patologías adyuvantes, ...) lo que nos lleva otra vez a la PROFESIONALIDAD del PROFESIONAL SANITARIO para recetar el fármaco adecuado a CADA PACIENTE.

    Uff! no sé si me he explicado...

    Gracias Bea por esperar a mi comentario y a Mónica por abrir el debate.
    Un besos a las dos,

    @merbondal
    mer


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  2. Coincido plenamente con tu reflexión, que en este santo país somos muy de pendulear y pasamos del blanco al negro y viceversa con enorme facilidad. Claro que los fundamentalistas argumentarían que siempre que hay algún tipo de contacto con la industria se produce una influencia, aunque sea pequeña e inconsciente. Yo no lo comparto.

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