domingo, 4 de enero de 2015

Quien me mandaría....

Ayer fue uno de esos días en que piensas "quien me mandaria a mi venir aqui".
Os estoy hablando de la guardia del hospital, un turno de 12 horas que pido hacer de forma voluntaria (me pagan, of course) para seguir formándome, estar en contacto con los compañeros del lado oscuro (con cariño lo digo) y participar de la formación de los residentes. Pero ayer fue una de las peores que recuerdo en esta nueva etapa.
En un momento de la guardia un paciente me dice "yo vengo aqui por que ahora en el CAP hay suplentes" y de repente, con calma pero rauda, respondí "¿Y quien le dice a Ud que yo no soy una suplente?", me miró, miró a su esposa y asintió. Al darle el alta se disculpó por su comentario del que yo ya ni me acordaba...pa tonterías estaba yo.
Al pasar cuatro veces por el mismo sitio en corto espacio de tiempo la familiar de otro paciente me dice "Vaya día lleváis, viene mucha gente..." pues si, vino mucha gente e imagino que siguieron viniendo, y también acudieron a los diversos puntos de atención continuada de Atención Primaria.
Hay momentos en que alguien afirma de forma solemne que el problema está en los ambulatorios y yo ayer constaté que las derivaciones que yo atendí fueron correctamente realizadas (excepto derivar un bloqueo AV de primer grado...amigo,hay que estudiar más) y creo que después de años y años de experiencia en urgencias, tanto como residente como ahora de adjunta, tanto en el hospital como en la primaria, después de programas de cribaje o selección de pacientes, en verano o en invierno, creo que la solución a la masificación y el colapso que se da en muchos momentos es aumentar el personal.
Si, falta personal. Si se necesitan 10 personas pues se necesitan 10 personas y no sirve que se haga un triaje y que hagamos una sala con silloncitos o consultas rápidas...los pacientes son los mismos y se van a tener que visitar y si somos 6, 3 de ellos residentes con mas o menos experiencia pero con infinidad de dudas y menor capacidad de decisión, la cosa se ralentiza.
Hay que enseñar, explicar, revalorar y visitar a esos pacientes que te comenta el residente porque es así como debe realizarse la docencia y eso precisa tiempo para poder evitar errores de los que luego nos podemos arrepentir.
Y a los compañeros adjuntos de planta o a los que están localizados en su domicilio les pediría que entiendan que en urgencias se están visitando pacientes sin parar, que cuando les pedimos que ayuden, que valoren o que asuman no deben quejarse por que es la hora de la siesta o están merendando con sus niños...nosotros no merendamos y además es su obligación.
Hacia mucho que no planteaba estas cosas en mi blog pero esto es una reflexión en alto (otra vez) para reivindicar la función de los médicos de urgencias, de un lado y otro, y para pedir a los dirigentes que en esos momentos de intenso trabajo están disfrutando de su tiempo libre, que acepten que el gasto en personal es necesario, que más personal en este caso es generar menos errores, menos pruebas inncesarias, más docencia, mas satisfacción del usuario y mayor resolución...mejor medicina al fin y al cabo. No voy a decir nada más, creo que todos sabemos de lo que hablo.
Gracias chicos por estar al pie del cañón

Dedicado a los compañeros, médicos y de enfermeria, que están destrozados después de la guardia de ayer y después de todas las guardias.

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