jueves, 15 de enero de 2015

Luciendo palmito

Me hizo mucha gracia una chorradita de estas que se envían por WhatsApp relacionada con los excesos navideños y los propósitos del nuevo año. Ayer una de mis cuñadas, la número 2 para ser más concretos (si, las tengo numeradas en la agenda del móvil, ellas tienen título propio además de nombre) envió está imagen
Y si, me hizo bastante gracia. Que levante la mano el que no ha ganado un par de kilitos y se ha propuesto bajarlos en un plis con cuatro días de dieta y unos paseos por la ciudad...pues que espere sentado.
Yo no he dejado de intentar bajar los kilitos que me sobran (cada vez menos y mejor colocados, je,je) desde que hace 2 años decidí cuidar este cuerpo desaprovechado. ¿Y como lo hago? Pues con esfuerzo, sobre todo económico, pero vale la pena. Tengo un personal trainer o entrenador personal (vamos, un monitor de gimnasio de toda la vida) que es un crack y no acepta un "no puedo" por respuesta y los resultados están empezando a salir a la luz. Hace dos años me dijo, muy serio y sin tonterías que los resultados los empezaríamos a notar en un par de años ¿tanto? pregunté yo ansiosa de poner esta máquina a tono. Su respuesta fue de profesional: "podemos bajar en 4 meses, pero te cansarás, volverás a coger peso y el riesgo de lesión es alto". Hemos ido lentos pero seguros, ni una lesión, molestias mínimas y un disfrutar continuo haciendo cosas que nunca pensé que me gustaría hacer. Estoy enganchada al gimnasio y el running pero sin agobios, corro por sensaciones que dicen los que saben.
No os quiero dar envidia (o si) pero esta mañana mientras me vestía #monisimadelamuerte he notado como un pantalón que hace un mes que no me ponía me iba más holgado, he tirado de cinturón y...¡se ha cerrado en el segundo agujero sin esfuerzo! ¡madre mía que subidón! las formas van siendo cada vez más definidas y perfiladas y mi autoestima está por las nubes. Me veo y me ven bien. No todo lo hago por mi...
Vamos a ver gente de este mundo real, nos sobran unos kilitos pero se pueden bajar sin obsesiones y sin dietas milagro. Ejercicio físico regular y cuidar un poco la ingesta sin dejar de lado las cenitas con vino incluido o las celebraciones familiares.
Si yo puedo, tu puedes. Hay que echarle un par y disfrutar de la vida pero si el interior es importante la carrocería también puede estar reluciente o, al menos, un poco más cuidada.

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