Si te imaginas como va a ser tu Camino seguro que piensas en sol y buen tiempo, a no ser que seas de esos raritos o masoquistas que se plantean hacerlo en pleno invierno. Cuando yo visualicé el mio me vi caminando bajo un sol luminoso en un cielo azul y limpio.
Ayer la primera vista del Camino fue en O'Cebreiro..¡nevado!, muy bonito pero con un frío poco habitual para la época y no lo digo yo, que lo dicen los lugareños. Así que mi primer trabajo ha sido decidir que me ponía. Pantalón o malla, manga larga gruesa o manga larga fina con una chaqueta en la mochila, las botas o las zapas de montaña...¡joder que dilema a primera hora de la mañana! La verdad es que ha salido bien, he pasado algún momento de frío pero he caminado cómoda.
Dicen que no caminas solo, pues voy a decir que yo he caminado solita durante 2 km y luego sólo me he cruzado con gente que hablaba en extraños idiomas...¡pa mi que eran muy del norte!, he llegado a pensar que la extranjera era yo. Después de 1 h y 50 minutos y 9,5 km recorridos he llegado al Monasterio de Samos. He estado en un plis de coger el camino corto y perdérmelo, si vais algún día es parada obligada.
Me dijo una amiga hace unos días que aprovechara el camino y "ábrete a la gente que encuentres en el" así que he visto a una pareja que se hacían fotos mutuamente y me he ofrecido a hacerles una a los dos juntos, porque yo soy así de "abierta" y la jugada ha salido redonda. Ha resultado que él era un sacerdote norteamericano y ella una venezolana chébere que se conocieron ayer. El le explicaba la historia de los monjes benedictinos y le he preguntado si le importaba que escuchara yo.."no problem my friend". Gran idea la mía.
Nos hemos dirigido a la puerta del monasterio con la gran suerte de poder hacer la visita guiada con el resto de su chupipandi de encantadores compatriotas de Chávez. Nos ha enseñado el monumento un monje de esos típicos...gordito, media edad, muy hablador, un encanto. Nos ha dedicado más de una hora que ha pasado rauda. Respetable la idea de tener una vida de clausura pero difícil de compartir, lo que si os puedo decir es que se le veía muy convencido de lo que decía y hacía.
Tras la visita unos han decidido quedarse a comer y el americano, la venezolana y yo hemos reiniciado la marcha hacia Sarria.
Steve no ha dejado de hablar y en un inglés adaptado a nosotras nos ha explicado cientos de anécdotas de su viaje, el colega inició el Camino en Francia y las ha pasado de todos los colores. Cuando lo hemos dejado en su hotel a nosotras aun nos quedaban 10 km que han sido muy, muy divertidos. ¡Yo ya no necesito seguir caminando, me han hecho una terapia de choque emocional digna del mejor psicoanalista!.
Benesla (así se llama ella) habla como en las telenovelas, yo le he preguntado si era actriz y todo ja,ja. Me ha llamado mucho la atención que llevaba una camiseta con la bandera venezolana, una gorra de igual calado y una banderita bordada en la mochila...envidia llevar con tanto orgullo y amor la enseña de tu país, a ver si me quinto la tontuna y dejo de pensar en lo que van a decir los otros y soy capaz de mostrar la mia de igual forma (pero siempre más discreta que una no va ha cambiar de forma radical por mucho Camino que haga)
Me ha dicho un par de expresiones que no os puedo ocultar.
La primera ha sido "me saboteó la felicidad" para explicarme que ella notaba que no había sido todo lo feliz que pensaba o deseaba y la otra "fue un sincericidio" refiriéndose a que se equivocó siendo sincera y pagó por ello un alto precio.
Al llegar a Sarria hemos pasado por su albergue y sus compañeras la esperaban para volver al monasterio a oír la misa gregoriana "vente con nosotras" así que sin ducha y sin quitarme las botarras hemos deshecho el camino y escuchado misa.
Unas 12 horas después de salir de Triacastela he llegado al hotel, me he zampado un caldo gallego de esos que quitan el hipo y estoy con los pirrindeles al aire con cremita preparándose para mañana. Serán 24 km más de nuevas experiencias pero la de hoy ha sido perfecta.
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