Hace unos meses me recomendaron una cuenta de Twitter que se llama "Lo mejor de Twitland" (@MejoresTwits) y la verdad es que tiene unos tuits divertidos, con guasa y, en algunos, un punto de humor negro que hace que te rias sin pensar en si ofendes o no. El último lo acabo de leer y me he hecho escribir esta entrada. Aquí os lo dejo para que echéis unas risas:
-Estoy loca por ti.
-No, bonita, tu estás loca y punto, a mi no me líes.
No se si podemos definir esto como humor negro, no soy tan erudita pero lo que si que tengo claro es que el pretendido humor negro que leímos ayer en los tuits de un concejal del recién estrenado Ayuntamiento de Madrid es bastante más desagradable y no saca ni la mas mínima sonrisa de mi cara. No me apetece reproducirlos en mi blog, creo que la mayoría de vosotros sabe de que hablo.
Yo acepto que hay gente que es muy tolerante, que defiende la libertad de expresión ante todo y con todos los medios a su alcance pero...siempre y cuando esta expresión sea de su agrado. Ojito con decir algo que no les guste. Pero yo no soy "asin", que le voy a hacer, soy social y políticamente incorrecta pero esa incorrección es según los cánones que otros creen la esencia de la verdad absoluta pero esa no es la mía y eso no quiere decir que sea la correcta ¡aceptalo!
Pedimos dimisiones inmediatas si no son de nuestro círculo. No pasamos ni la más mínima si de los contrarios políticos o deportivos se trata, pero pedimos tiempo, reflexión, valoración y leerlo en el contexto adecuado si son de los nuestros.
Dice hoy Javier Ruiz Taboada en su reverso de La Brújula de Onda Cero que está hasta "la punta del rabo" (de la boina de su abuelo, mal pensados) del "Y tú más". De intentar justificar actitudes o acciones por el quehacer igualmente estúpido de otros.
Si algo está mal lo está y punto. Somos pueriles cuando nos aferramos a este alegato y demuestra que no tenemos argumentos para razonar nuestra postura.
Mi postura es la de respetar y asumir que cuando estás en la vida pública, ya seas político, artista, deportista o periodista de renombre debes saber donde están los límites de tu libertad de expresión.
Les va en el sueldo y la fama (que no en la inteligencia) actuar de forma correcta y si no sabes cierra la cuenta de Twitter y monta fiestas privadas con tus amigos y allí di todas las burradas que se te ocurran.
Os dejo el enlace al Reverso Y tú más
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