viernes, 22 de agosto de 2014

#hastalosovarios

Voy a poner el ejemplo de Twitter para aplicarlo a la vida real (aunque las redes sociales están cada vez más unidas a nuestra vida).
Hay blogueras y tuiteras de moda, mamás, abuelas o sufridoras de santos y maromens, pero también estamos las solteras sin hijos y eso no quiere decir que no nos leamos mutuamente y disfrutemos de nuestras aventuras y desventuras.
Pues en la vida también estamos...y algunas estamos #hastalosovarios de la respuesta universal ante los comentarios que podamos realizar "mujer, son niños..." que es como decirte "tía, eres una amargada de mierda y por eso mereces que mis hijos te toquen las narices todo el puto día y chillen y golpeen la pared de debajo de tu comedor día tras día y calladita que estás más guapa" 
Estos días estoy dejando el coche aparcado en la calle por que los niños del colega de la plaza contigua del parking abren las puertas del coche sin control (paterno, of course) y me han dejado las puertas como el lomo de un dálmata .Solo decir que lo llevé al taller, lo pintaron y tras la primera noche la puerta ¡volvia a tener 2 golpes!  ¿Qué hago?  Pues estoy buscando algo para proteger a mi coche de las garras de estos niños y de la desidia de sus progenitores y mientras el coche pasando frío. 
Ayer intenté dialogar con unos padres "tolerantes" en la comunidad después de 4 horas de gritos y pelotazos, en un verano que está siendo agotador gracias a la moda de bañarse a las 22 h o a la de traer amiguitos como si esto fuese un chiqui parc o las bolas del McDonalds. La respuesta...te jodes. 
Madres y padres del mundo la vida no pertenece vuestros hijos, los demás tenemos derecho a disfrutar de esa comunidad que también pagamos, de nuestra terracita a la fresca para leer un libro o una revista, de silencio a las cuatro de la tarde. Los restaurantes, la calle, los lugares públicos son de todos y no hay bula para los emisores de gritos descontrolados. Yo se lo que es un niño con "churro", entiendo que hay que marcar unas normas y no claudicar pero la libertad total afecta a mi libertad personal. Y que conste en acta que yo no me quejo de los juegos, me quejo de la histeria colectiva y el descontrol.
No soy la única vecina que se queja pero parece que les trae al fresco. Si no fuera por los vecinos que son respetuosos montaba una fiestuqui en el jardín con la música a toda leche y hasta las tantas de la madrugada...¿qué pasa, mis amiguitos no pueden venir invitados? 
Por ahora lo único que puedo hacer es poner la secadora a las tantas de la noche o la música en la cocina con la puerta de la galería abierta a las 7 mientras desayuno...pero no lo hago. Lo que si he hecho es renunciar a mis cometidos como representante de la escalera (tócate las narices) salvo necesidad imperiosa. Si la comunidad no me respeta ni me tiene en cuenta que no me busque para otros menesteres poco apetecibles. 
Las normas son para todos y a mi no me vale la respuesta "son niños" pues yo soy adulta y también tengo mis derechos (igual que mis obligaciones)

PD: lo se, soy una borde intransigente que necesita vacaciones pero esto viene de muchos años atrás.

3 comentarios:

  1. Pues tienes más razón que un santo!
    Convivir es respetar al otro, especialmente en las horas de descanso y paz que es lo que se busca al quedarse en casa.
    El todo vale, no es educativo...

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  2. Muy de acuerdo.
    PD: Otra protestona.

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  3. DE acuerdo totalmente.... TOTALMENTEEEEEEEEE

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