Hace unos días publiqué una entrada titulada "De guardia" donde explicaba algunas anécdotas de una situación habitual y diaria en nuestro trabajo de controladores de la salud. Poco después recibía un comentario de una futura residente, o como me gusta decir a mi resistente, que me decía que ese era uno de sus miedos en su futuro cercano y hoy he decidido escribir cuatro lineas sobre mi experiencia como residente, como adjunta de urgencias hospitalarias y como médico en un punto de atención continuada.
Lo primero que voy a decirte es que lo mejor de las guardias es que se acaban. Por muy mala que sea, por muy cansada que estés, por sueño que tengas, aunque tus piernas hinchadas parezcan morcillas o por mucho hartazgo que tengas llegarás a casa y, aunque te cueste, podrás descansar.
Consejos te darán muchos, el mío es que aceptes que tu eres como eres, que primero serás una pardilla y al final tomarás decisiones sin darte cuenta y con seguridad. No puedes tratar un edema agudo de pulmón en la primera guardia pero si asumir algún traumatismo, síndrome febril o dolor abdominal. No des nada por sentado. Un joven de aspecto sano puede tener un problema grave y un abuelo con miles de antecedentes puede tener una amigdalitis vírica y que no necesite que lo atiborren de antibióticos.
Pregunta y escucha. Los R grandes han sido novatos y te van a entender (y si no lo hacen el problema lo tienen ellos). Los adjuntos no muerden, aunque a veces yo también les pondría un bozal y les mandaría de una patada en el culo bien lejos. Muestra respeto y seguridad y las cosas serán más fáciles.
Come y bebe durante la guardia. Pacta con tus compañeros como hacer pequeños descansos para hacer un cortado o llamar a alguien, luego vas a estar mucho más resolutiva, atenta y dispuesta.
Si hay mucho follón y no puedes ir a comer o cenar acompañada ves tu sola. Las comidas y cenas de socialización es mejor hacerlas fuera del hospital.
Si crees que algo no funciona y tienes una propuesta de mejora no te la calles, habla con los responsables y plantéalo, hay muchas cosas que se hacen por que toda la vida se ha hecho así y nadie se ha atrevido a cambiarlo.
A la hora de hacer la historia clínica acostúmbrate a un orden en las preguntas de esta forma será más difícil que te dejes algo importante, será un automatismo útil. Lo prioritario es la enfermedad actual, qué le pasa, desde cuando, con que mejora o empeora, si lo relaciona con algo...las pruebas complementarias son eso COMPLEMENTARIAS, no bases tu diagnóstico en una analítica. Habla, pregunta, repasa lo que te han contestado y si es necesario vuelve a preguntar. Nadie se quejará porque le dediques atención. Estudia. Revisa la evolución o el diagnóstico final de los pacientes que ingreses aprende de tus errores y de tus aciertos. Yo me guardaba electrocardiogramas y los comentaba después. Ahora estoy segura cuando los leo.
Y preséntate. Saluda y di tu nombre o di soy la doctora. No soy la primera a la que, después de estar más de 15 minutos en el box, haber historiado, explorado y explicado que vamos a hacer unas pruebas le ha preguntado:
-"Muy bien pero...¿el doctor cuando va a venir?"
Y habla con la familia. Informa de lo que sepas. Si las cosas se retrasan demuestrales que te acuerdas de ellos. Tu tienes más pacientes pero ellos ni lo saben ni les importa, así evitarás continuas interrupciones.
Y no te olvides de tus compañeros, de los otros médicos, de los enfermeros, de los auxiliares, de los administrativos o celadores. Por experiencia te digo que es mejor tener buena relación con ellos.
Y deja tus problemas personales en casa, el resto del mundo no tiene la culpa y no tiene porque aguantarte.
Y quédate tranquila al acabar de leer estas lineas. Sobrevivirás a la primera y a la última guardia. Lo peor de la residencia no son las guardias, lo peor ya ha pasado y es el examen MIR.
Que te vaya bonito Miriam (y si algún otros futuro residente lee estas lineas que se aplique el cuento)
Muchas gracias! También estoy a punto de empezar esta nueva etapa, y se agradecen estas palabras de ánimo (hasta tranquilizan un poco ^^).
ResponderEliminarMuchísimas gracias de verdad! me ha encantado la entrada! Tomaré cada una de tus palabras en cuenta! gracias! :D
ResponderEliminarAy! Doy fé de que mostrar seguridad es fundamental.... (Y casi imposible!)
ResponderEliminarY me parece precioso y acertadísimo lo de "acéptate como eres". Yo eso lo recomendaría también al elegir. No te subestimes, pero no te engañes. Balance justo.
Gracias por tu publicación: lenguaje simple, directo y bien intencionado. :-D
Buenos consejos, Beatriz. Los suscribo al 100%. Futuros residentes hacedle caso. A nosotros nos habría ayudado bastante en su momento.
ResponderEliminarRecordad que los adjuntos no son dioses. Tienen fortalezas y debilidades, y también cometen errores pero menos. Discutid con respeto y humildad, que todos aprendemos a diario. Tratad al paciente con el respeto que se merece aunque no veáis siempre proceder así. Y estudiad mucho pero no olvidéis que la vida son más cosas.
Parecen los consejos de mi abuelo pero es que Beatriz despierta estas cosas. :-D
Me lo tomaré como un piropo Pierre
EliminarGracias