viernes, 25 de enero de 2013

Facere it (hazlo tu)

Decia  una buena amiga tuitera esta mañana "Que den el alta hospitalaria a un anciano dependiente y no le hagan recetas de la medicación nueva es, además de ineficiente, una crueldad" y yo podría añadir y añado que es una falta de respeto, de profesionalidad y de realismo y me voy a explicar.
He comentado por activa y por pasiva que creo que cada profesional debe realizar la cumplimentación de las recetas indicadas y no esperar que su secretario adjunto cabeceril se las haga. Y no solamente en un creer basado en lo lógico de asumir todo aquello relacionado con tu decisión profesional si no que es una obligación legal. El hecho de firmar una receta implica la aceptación de una responsabilidad que no tienes ningún derecho a dejar caer sobre tus compañeros.
Me trae sin cuidado si tienes mucho trabajo o si no te funciona la impresora o si simplemente no sabes como rellenar las casillas de la pantalla, yo también tengo mucho trabajo, mi impresora se atasca o me tengo que levantar a buscar folios y me da por saco la pantalla cuando se cuelga o me pide un código para validación y tengo que deshacer todo lo hecho , salir, mirar y volver a entrar.
Esta mañana una paciente que presenta una ciatalgia me ha comentado que al decirle al trauma que la estudian en digestivo por una elevación de las transaminasas le ha dicho "pues que decida la doctora de cabecera el tratamiento"...¡ah no guapo no pienso hacer tu trabajo! si tu no te atreves a darle nada pues yo tampoco. 

Luego esta la parte logística del cotarro. ¿Si un paciente sale de alta de un centro hospitalario sin recetas que tiene que hacer? Tenemos varias opciones:
1.Va al centro de salud donde le atienden por esta "urgencia vital"
2.Va a la farmacia donde le piden la receta y la mandan "de urgencia" al centro de salud
3.Pide visita con su médico, que ha pasado consulta por la mañana y no toma la medicación indicada hasta pasadas unas cuantas horas o incluso un par de días si al alta se ha dado en viernes (y a mi me ha pasado con una doble antiagregación tras la colocación de un stent farmacológico...¡Danger!

En cualquiera de los tres supuestos hay peligro de mala cumplimentación y de uso inadecuado del sistema. 
Y por último está la parte humana del problema. Y no solamente con afectación del paciente si no con reprcusión sobre la familia, habitualmente sobrecargada por las emociones, por el cansancio físico, por la modificación de un plan de vida o de control, por la necesidad de asumir el cuidado de una persona enferma y lo que ello significa en nuestra propia salud (sobre todo mental). Será el familiar el que deambule por el sistema buscando la solución a problema que no debía haberse generado.
No hacer una receta te puede ahorrar a ti 10 minutos de tu tiempo pero puede producir muchos más problemas de los que crees. Recapacita si eres un profesional y te ves reflejado en estas lineas. Piensa en el paciente, nosotros no somos el centro del mundo.
Yo he sido de las que decía "eso ya se lo hará su médico de cabecera", lo reconozco. He sido mala compañera, mala profesional y mala persona pero intento cambiar. Soy crítica pero constructiva.
Me estoy leyendo una libro muy interesante "La renovación de la Atención Primaria desde la consulta" os lo recomiendo a todos. En ella se dejan claritas muchas cosas, entre ellas que cada cosa debe solucionarse en el nivel que corresponde y en este caso las recetas te corresponden a ti.

2 comentarios:

  1. Una variante: hoy en el último minuto de la consulta me llegó un paciente “urgente”, al que le acababan de decir en un reconocimiento de empresa (mutua) que se fuera corriendo a su médico, que le diera medicación y un informe de que lo había visto. Todo por una hipertensión moderada, en primera toma, asintomática, hallada casualmente. El paciente entró sudoroso, abotargado y jadeante por eso de la alarma generada por tan buena comunicación. Para colmo me lo endosaron sin ser su médico, porque el suyo estaba ausente. Entre tranquilizarlo y quitar hierro a la emergencia iatrogénica, finalicé una mañana, como tantas, envuelta en la estupidez tremendista-papeliril, casi grogui. Y repitiéndome que no soy ordenanza del sistema sanitario.
    Yo creo que esto que padecemos es idiosincrásico, único en el mundo, a nuestro pesar.

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  2. Supongo que el libro que lees es el de Casajuana, Gérvas et al. Ya nos explicarás qué tal para recomendarlo y leerlo también (se puede conseguir gratuito en pdf en http://www.upf.edu/catedragrunenthalsemg/publicaciones/coleccion_catedra.html ).
    Tienes toda la razón al describir una parte de nuestro día a día, que se verá agravado por la nueva ley que obliga a partir del 21 de enero a llevar receta médica para poder conseguir un fármaco, sea privada o pública, y ya no vale el informe de hospital o de urgencias con la medicación al alta en el informe. Nos podemos preparar...a no ser que informemos a la dirección de los hospitales de referencia y centros de especialidades al respecto y consigamos la colaboración/responsabilización de todos.
    Me encanta eso de "secretario adjunto cabeceril". Creo que lo haré enmarcar y lo pondré en la puerta de mi consulta...

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