No me gusta el pasteleo pero hoy es un día especial así que esta entrada está dedicada a los que me trajeron al mundo...al mundo real y a la vida, no al mundo de la medicina que en ese me metí yo solita, aunque algo tuvo que ver el destino (otro día os lo cuento).
3 de abril de 1965, sábado, creo que soleado por las fotos que he visto aunque eran en blanco y negro. Otra pista podrían ser las gafas oscuras de mi padre pero...tendré que preguntarlo.
Iglesia de St Magí, pequeña y situada en la zona alta de Tarragona, ¿la hora? por la mañana, no me pidas más datos.
Ella guapísima, como lo ha sido siempre y lo sigue siendo. Ahora tiene un parecido asombroso a la actriz Lola Herrera pero en las fotos de la boda el aire es más yeyé y, como no podía ser de otra forma, desprende felicidad por los cuatro costados, lástima de Bíter derramado en el precioso traje crema durante el aperitivo.
El, sobrio y elegante con su chaqué complementado con chistera y guantes en la mano. En la fotos siempre ha salido serio (Cristina ¿recuerdas la foto de la habitación?) pero en la que tenían en la mesilla de noche, como casi todos los matrimonios de esa época, su gesto es de sonrisa orgullosa, parece que esté pensando "la que vamos a liar Merche"
Y la liaron. Y se liaron a tener hijos y estos a tener sus propios hijos y así estamos...liados en una familia maravillosa como nos expresaba con su dulzura habitual su nieto Adrià en una felicitación en el último cumpleaños de l'avi.
Y aunque hemos tenidos nuestros malos momentos los hemos superado todos juntos, y esto no es para quedar bien, es la pura realidad. Porque además de ser unos padres y hermanos bien avenidos, un poco distantes en algunos momentos pero siempre presentes, hemos tenido la gran suerte de añadir a los complementos perfectos para cada uno de nosotros, desde el rarito al que no le gustan los huevos fritos hasta las cuñis numeradas del 1 al 3. Nos aguantamos y queremos a partes iguales.
No puedo enumerar todos los momentos vividos o las experiencias compartidas pero algunos tienen un lugar especial en nuestras vidas: los veranos en Torredembarra y Vallfogona (mi queridísima Vallfogona), los viajes desde las ciudades donde hemos vivido con destino Tarragona escuchado Radio Estado o Carrusel Deportivo o el servicio de socorro de Radio Nacional para estar con lo yayos y los abuelos. Los "viajes" a Mallorca desde la playa del Milagro con las primas de mi madre. Las vacaciones en Andorra, descubriendo por que las pescaderas se llaman Felisa (un beso a la Sra Calderón) o engañando a la Guardia Civil en la frontera (por poca cosa je,je), el piso de la Tabacalera...muchos recuerdos y todos buenos.
Cristina, Beatriz, José Ignacio, Alejandro y Ricardo, somos diferentes pero todos del mismo padre y la misma madre y eso es lo mejor del mundo mundial...pero que no me toquen a Tete, Esther, Elena y Laura y mucho menos toquen a mis niños Paula, Inés, Adrià, Lucia, Mireia, Mateo, Georgina y Carla por ellos yo también mato.
Papá y mamá os queremos
Una entrada personal para mi maravillosa familia y por si no lo había dicho hoy hace 50 años que se aguantan mutuamente Merche y José Antonio ¡VIVA LOS NOVIOS!
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