viernes, 30 de mayo de 2014

Mentira de Grey

Hoy toca analizar profundamente un nuevo capítulo de la serie Anatomía de Grey. Un inciso para aquellos que no sois médicos, la serie se llama así como guiño a uno de los tratados de anatomía que se ha usado durante años para el estudio del cuerpo humano: Gray's Anatomy.
Vamos a lo importante.
Siguen las aventuras del puticlub o como ellos lo llaman en al Grace Sloan Memorial Hospital.
En primer lugar tenemos a la loca de Miranda (que no Mirinda) que no tenia suficiente con ser cirujana general y después experta en genética, ahora la colega se ha propuesto curar la inmunodeficiencia severa de un paciente (no tiene ni un puto linfocito) realizando una "sencilla" mutación para obtener un virus inhibido que poder inocular al paciente y así estimular la formación de soldaditos y todo esto se le ha ocurrido a ella solita y lo va a hacer en 2 semanas ¡coño Miranda te mereces el Premio Nobel! Y por cierto virólogos del mundo sois todos unos inútiles, a ver si aprendemos un poquito y nos ponemos a trabajar de una vez que vais retrasados con el ébola y otros virus de este nuestro mundo. A todo esto yo me pregunto ¿qué hace una cirujana tratando un déficit severo de inmunidad? en mi hospital si un paciente de cirugía tiene fiebrecita se llama al internista (con cariño para ellos lo digo)
Luego tenemos a Cristina Yang. Esta es la crack del grupo. La han nominado al premio más prestigioso del país y para hacer el discurso se tiene que llevar a la bobalicona de Meredith a tomar unas copas...¿os habéis fijado en lo que beben y en las cogorzas que pillan?. El problema es que Meredith tiene que vigilar un postoperatorio y le toca turno de noche (te jodes guapita) así que los planes se van al garete, pero primero le pide a una enfermera ¡que busque a su guapo maridín para que vaya a buscar a los niños a la guardería! pídele tu eso a una de tus enfermeras, te planta un bufido que te deja seca...y con razón.
Volviendo con Cristina. Se queda haciendo de canguro de unos niños que han sido transplantados, como Meredith le ha dado plantón ha buscado otro plan.Os tengo que decir que su ex Owen le había propuesto algo más apetecible (Owen = horno = caliente = tu ya me entiendes) . Uno de ellos se pone con cefalea y fiebre, se pilla un fonedo y en un plis plas diagnostica un rechazo agudo, reserva quirófano y le hace una biopsia ¡ole tu Cristina Yang!
A todo esto sólo llevamos 20 minutos de capítulo y la tontolaba está histérica en el quirófano preguntando por sus hijos...el guapito se ha puesto a trabajar y ha olvidado sus quehaceres paternos y está rodeado de residentes que quieren "ayudar" a quitar unas tijeras clavadas en la cabeza de un paciente...ya no puedo más.
Mientras estudiaba medicina hacían una serie en TV3 (antes la veia, ahora ya no) que se llamaba A cor obert (St Elswere en original) donde descubrí un mundo desconocido pero mucho más real que Anatomía de Grey y gracias a Dios coincidí en el tiempo con la primera si no ahora mismo estaría muy alejada de la medicina.

1 comentario:

  1. Es lo que tienen las series: cualquier parecido con la vida real, es mera coincidencia...

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