Estaba triste...ahora ya no

Hola de nuevo. ¿He tardado poco verdad? 

Es que no puedo parar, pero hoy durante unos minutos me he sentido muy mal y he pensado en tirar la toalla. Se que algunos de vosotros vais a decir que no merece la pena agobiarse por gente que no te conoce, que no quiere entender las reflexiones que haces pero la verdad es que jode. Es doloroso leer comentarios que sólo pretenden herir, que menosprecian por el simple hecho de comentar algo que no gusta. 

Ayer por la tarde al mirar las estadísticas de mi blog (habitualmente entre 10-100 vistas/día) vi un pico de 1.800 e, ilusa de mi, pensé que venían de los habituales y sus amigos. Comentarios añadidos a cual más desagradable y casi todos escritos por un tal Anónimo (?) que en pocos minutos a llenado mi querido blog de sus opiniones. 

¡Me he quedado de piedra! ¿Pero de dónde ha salido este personaje? ¿Qué necesidad tenia de destrozar mi ilusión? ¿Quien le ha dado vela en este entierro? 

Como yo no puedo estar quieta he consultado el origen de las entradas, y claro, un pico de mas de 1.500 destacaba entre los demás piquitos, llevándome a una web cuyo nombre voy a obviar para evitar nuevos ataques y donde estaba colgado un enlace con mi blog con el título "una médico cabreada se queja del sueldo"...bueno ya la tenemos liada. 

No os podéis ni imaginar la de improperios que han soltado contra la menda por decir que creía que estábamos mal valorados y pagados (también lo decía de otras profesiones pero parece que a ese párrafo no han llegado). Que si lo que queremos es montarnos en el dólar, que nos pagan mucho, que la carrera de medicina es fácil, que si me quiero comprar un Porsche Cayenne, ¡que nos jodamos en definitiva!

Tengo que decir que algún comentario a favor o intentando hacer reflexionar sobre lo que realmente describía en el blog también lo he visto y lo agradezco.

Lo peor de todo es sentir como una parte de la sociedad nos menosprecia, nos ningunea y nos ataca simplemente por ser médicos. Por esa idea preconcebida de que nos creemos más, que les miramos por encima del hombro, que no los consideramos por igual...de verdad que pena, que pena y que pena, no puedo decir más, de hecho no quiero decir más por que noto como los ojos se me humedecen y no se lo merecen.

Estoy contenta con mi vida, con mi trabajo y lo voy a seguir estando. 

Estoy orgullosa de ser lo que soy, de trabajar en lo que trabajo y de hacerlo como lo hago.

Creo que puedo, y estoy en mi derecho, de comentar aspectos de mi trabajo que considero injustos, sin que ello implique, como algunos quieren entender, que otros no merezcan mejor trato en el suyo...pero cada palo que aguante su vela.

Pero sobre todo hoy estoy decepcionada, y te pido por favor que si este escrito no te gusta, cierres la página y a otra cosa. Déjame a mi tranquila con mi opinión y disfruta de la tuya en silencio y sin hacer más daño del que has hecho ya.