viernes, 18 de agosto de 2017

Café virtual

Hoy es un buen día para escribir.
Hemos despertado con los comentarios varios sobre el atentado de Barcelona y  las múltiples "aportaciones" de esta nuestra comunidad 2.0. En un momento del día he leído como gente sensata se planteaba dejar Twitter durante unos días al no poder soportar la estupidez humana hecha 140 caracteres, incluso yo lo he valorado como una opción y al final  he dejado un único comentario en forma de pregunta que ha recibido alguna respuesta...¿para qué sirven los minutos de silencio?. Me vais a perdonar la incorrección pero, aun respetando vuestra opinión, para mi son postureo y nada más.
El día ha seguido su curso, los tuits se han amontonado en mi TL y he optado por no ver la televisión, en su lugar he seguido cultivando mi gran afición de los últimos tiempos, leer, y he estrenado mi ebook regalo de cumpleaños empezando a leer "Patria", a ver si puedo entender algo el terrorismo aunque el conflicto sea otro y los tiempos pasados.
Pero el día también ha tenido cosas bonitas como la preocupación de amigos tuiteros por cómo estaba yo y mi familia o conocidos, y esa preocupación ha llegado también del otro lado del charco, de un país que sufre cada día y desde hace tiempo otro tipo de horror continuado: Venezuela.
En 2013 hice 6 etapas del Camino de Santiago y las compartí y disfruté con mis queridas flechitas amarillas
(podéis leer toda la aventura en las entradas previas a esta final)
Y hoy una de esas flechitas, la gritona, se ha puesto en contacto conmigo por Whatsapp para preguntar "¿todo bien?"...todo mejor ahora que hemos hablado. Ella en una cafetería de Caracas a las 9 am, yo en la piscina en Tortosa a las 15 pm. Un café virtual intenso. Me ha enviado la invitación virtual a su boda realizada con motivos de peregrinos, el fondo el carné que te van sellando en cada parada, el nombre (el mio) sobre una concha de peregrinos y todo por que ¡se ha casado con un chico que hizo ese mismo camino poco tiempo después que nosotras! Fotos de completa felicidad, de miradas cómplices que generan pura envidia.
¿Y por qué os cuento esto hoy y ahora? Pues sencillamente quería expresar con estas palabras mi agradecimiento sincero por tenerme en sus pensamientos y por otro quería reflejar a todos los que estéis leyendo que las redes sociales, la prensa, los datos o la información no son malos en si mismos, lo que los hace imposibles de soportar en algunas ocasiones somos los usuarios de las mismas. Lo que decimos, cómo lo decimos, cuando o a quien hace que tomen un significado u otro. Es bien cierto que algunos son injustificables y otros se la cogen con papel de fumar, pero en general los "normales" deberíamos hacer un pequeño esfuerzo para no ensuciar y mal utilizar herramientas de comunicación que nos mantienen unidos aun en la distancia física o temporal con gente que ha sido y es importante en nuestras vidas. Hoy lo he vivido en primera persona.
Durante la conversación me ha dicho "Sigue mirando así y te mirarán así"  Pues podríamos decir en relación a las redes sociales y al mundo 2.0 "Sigue usándolo bien y te entenderán bien"
Esta entrada es un regalo de bodas virtual para Lore y Guillermo y yo por mi parte seguiré mirando así.

Os dejo una entrada interesante sobre esto mismo pero menos personal de @manyez


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