Tengo a una de mis tuiteras favoritas (@mlalanda) encendida por que les han "capado" el acceso a internet, o por lo menos a Twitter, desde los ordenadores del trabajo. Se queja amargamente y yo la comprendo. Antes de plantear los buenos usos del acceso a la red en nuestro que hacer diario diré que tengo claro que en este momento de la entrada alguno ya pensará que "si están trabajando ¿para que quieren conexión?" , a estos mismo les contesto con una simple afirmación: Internet es algo más que vídeos jocosos, foros sobre "Mujeres, hombres y viceversa", cuentas de Twitter de tontolabas como Justin Bieber o páginas de diarios deportivos.
La red nos acerca a lo desconocido y en nuestro que hacer diario de la medicina el que no duda miente y...la caga. Ayer, sin ir más lejos, consulté la maniobra de Barré en la página de Dr Google...si, soy tonta de primaria y no sabia que algo que hago cada día tenia un nombre propio (y si lo sabia o lo supe en algún momento lo había olvidado).
Yo tengo libros en la consulta, guias varias para tontos con memoria de mosquito, y los consulto muchas veces con el paciente delante. ¿Qué es peor equivocarte por no perder tu imagen o bajar a la realidad y asumir tu duda? yo prefiero lo segundo.
Uso continuamente la red para consultar, miro los enlaces que me ofrece la empresa pero tengo mi propia biblioteca física o virtual, y voy a seguir haciéndolo. No lo puedes saber todo ni acordarte de todo.
Y otra pregunta que os planteo ¿qué hay de malo en aprovechar los momentos de más tranquilidad en la consulta o el servicio para conectarse y conocer que pasa en el mundo?, ¿no podemos consultar el correo propio o corporativo?, ¿no podemos repasar alguna revista o periódico durante una guardia de 24 horas?, o ¿simplemente escuchar un poco de radio on-line?.
Yo me llevo mi iPad con mis aplicaciones varias y, si la conexión de mierda que tengo en el pueblo me lo permite, suelo mirar mi Twitter y comentar cosillas, en ocasiones incluso he pedido ayuda a los compañeros conectados ante alguna duda y la respuesta ha sido rápida y útil.
No se me caen los anillo por reconocer que uso internet en la consulta y en las guardias y espero que la empresa no nos corte la accesibilidad y nos vuelva a considerar indignos del uso de determinadas herramientas...ya me siento bastante manipulada y fiscalizada en el trabajo (no hagas tal cosa, no pidas tal prueba, no derives tanto...) sólo me faltaría que me trataran como a un adolescente hiperhormonado que no sabe controlar su acceso a páginas subiditas de tono.
Somos médicos en el siglo XXI y la realidad es 2.0 y el que no lo vea así tiene un problema.
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