jueves, 19 de julio de 2012

Recetando, recetando....

A riesgo de ser cansina voy a volver a explicaros una batallita de abuela Cebolleta.
Como lo que a mi me afecta es el día a día de mi consulta eso es lo que relato. Seguramente más de uno de vosotros, trabajador en empresas proveidoras de salud de todo el territorio nacional, se verá reflejado en alguna de ellas.
Ya os he comentado en algun ocasión (entrada "Los tontitos de primaria") que nuestra querida empresa se dedica, y no siempre es malo, a enviarnos notitas de lo que ellos denominan self audit. Esta cosa tan anglosajona que se han sacado del forro es un sistema de alarma que pretende ayudar para evitar duplicidades, recordar fármacos no recomendados en mayores de 75 años o polimedicados. Hasta aquí bien, no tengo ninguna queja. Después tenemos otros indicadores que son puramente economicistas y de eficiencia y el que pretenda que lo entienda como una herramienta con otro cometido lo tiene crudo conmigo.
Lo que me pasa hoy es fruto del devenir de días y días oyendo la misma canción, al final, por muy bonita que sea, cansa. Y a mi ya me ha cansado.
Estamos en un momento de crisis, de recortes, de ajustes, de revaloración de prestaciones, de pagos, copagos y repagos, de modificación en los pagos de pactos entre empresa y trabajadores (dígase objetivos) por una decisión unilateral...y en un momento de solicitud por parte de las gerencia de un esfuerzo adicional para conseguir un ahorro en farmacia. Y aquí es donde viene el problema de hoy porque nos han mandado una misiva interna recordándonos la obligación de hacer recetas de pacientes visitados en otro proveidor de salud del teritorio.
Nos piden que hagamos un mayor porcentaje de genéricos, nos piden que realizacemos sustitución a equivalentes más eficientes, nos penalizan la prescripción de algunos fármacos dentro de determinados grupos terapéuticos pero ¡sólo nos lo piden a nosotros y eso me tiene haaaaaaaaaarta!
¿Que pasa con la medicación inducida? ¡Pues no pasa na! Manifestamos, de forma adecuada y por los cauces oportunos, nuestra negativa argumentada a no realizar recetas de tratamientos indicados por otros profesionales que no conocen nuestro pacto con la empresa pero su respuesta es "teneis que hacer las recetas y punto". ¡QUIERO UN COMPLEMENTO DE SECRETARIA! ¡Y QUIERO QUE ME DEJES EN PAZ DE UNA VEZ!
No quiero más reuniones informativas, no quiero más cursos de formación para tontitos, no quiero más estándares de calidad de farmacia mientras no seais capaces de actuar en TODOS los puntos implicados en el gasto farmacéutico.
Te digo Sr Gerente cuatro cositas que puedes hacer (ya que no sois capaces de pensarlo solitos).
1. Informas a todos los profesionales de la normativa a aplicar, sean del proveedor que sean y les pides a todos las mismas metas y les facilitas las herramientas para tal menester,  ya sean en papel o los conectas al servidor de la receta electrónica.
2.Trasmites a todos los profesionales los documentos informativos sobre las recomendaciones de prescripiones de farmacia para que sepa "lo que puede y no puede hacer" igual que me lo dices a mi.
3.Creas una herramienta en el sistema informático que te permita diferenciar quien hace qué, cómo lo hace y porqué lo hace y me cargas a mi SOLO lo que depende de mi..
4.Si no te parecen bien estos puntos te metes el estándar de prescripción de farmacia por donde la espalda pierde su casto nombre y me dejas a mi tranquilita con mis decisiones clínicas.

Me parece que lo dejo bastante claro. O todos moros  o todos cristianos, no puede ser que existan dos raseros, no puede ser que me penalices y me fiscalices por lo que es decisión libre y profesional de otros.
Estoy realmente cansada de este temita y de que no seais sensibles a nuestras demandas.
¿Sabes que puede pasar al final? que sea yo la que me pase por el forro tus recomendaciones de prescripción y haga lo que me de la gana, como me de la gana...por que yo lo valgo.



4 comentarios:

  1. pues muy bien expuesta la problemática
    saludos blogueros

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  2. Completamente de acuerdo y no hace falta decir nada más.

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  3. La primaria sigue su lucha. Cuanto más creamos este lógico discurso y actuemos en consecuencia, más fácil será que consigamos que nos oigan y actúen.
    Los consejos para el Sr. Gerente los apoyo totalmente, y podríamos extenderlos al Servei Català de la Salut y al Conseller de Sanitat que desgraciadamente nos ha tocado.
    Aumentar la sensibilidad de la atención hospitalaria especializada respecto a la receta inducida sería un gran triunfo dada la insolidaridad de la situación, tanto hacia los compañeros de primaria, como hacia la sociedad en general y el sistema (su costumbre por recetar novedades terapéuticas o fármacos con menor evidencia científica y alto coste es mucho mayor que en la primaria).
    La absurdez de una administración que aprieta de todas las formas posibles a la prescripción por atención primaria sin controlar el gasto farmacéutico hospitalario (que se ha disparado muchísimo más los últimos años) y que permite que persista esta cultura del "que te lo haga tu médico de cabecera", es algo con lo que hay que acabar. Libertad de prescripción sí pero con responsabilidad (que cada palo aguante su vela) y teniendo en cuenta que el médico que centraliza la atención al paciente y el que lo sigue de forma horizontal (día a día, a domicilio, monitorizando efectos adversos,...) es el médico de cabecera, y nos merecemos más respeto que el de ser vulgares secretarios prescriptores de albaranes de farmacia recetados por otros profesionales.

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  4. el problema es que ese tenéis que hacer las recetas y punto" es falso.Nadie te puede obligar a recetar lo que tu no quieres. Manda la carta e la gerencia la colegio y/o denuncialos

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